¡Relatos! [Posibles T's gigantes]

Bueno, la idea es que pongamos cualquier tipo de relato ya sean sacados de Internet o inventados por vosotros mismos. Así podéis echaros un ratito de lectura que seguro que a la mayoría os viene bien. Luego los ordenaré por género para que podáis acudir más rápidamente al que os guste. Pueden ser lo largos que queráis, pero tened en cuenta que son relatos, no libros.

Por petición popular:

Relato de Humor +18

He pillado a mi abuela masturbando al perro

Tengo que contaros algo… llevo una carga, un trauma muy grande y paso de ir al psicólogo porque soy pobre y no me sale de la punta de la… nariz gastarme el dinero cuando puedo postearlo en meri para que se rían de mí.

Anoche estaba en mi habitación buscando material pornográfico en meri para, posteriormente, realizar el acto sagrado de la masturbación. Total, mi madre me llama para que la ayude a doblar las sábanas y después de realizar tan pesada tarea llamaron al móvil de mi abuela que, como siempre, está en la cocina. Contesté y le dije a la mujer que esperará un momento, que se lo llevaría a mi abuela.
Lo que jamás hubiese imaginado… totalmente impredecible, es que al llegar a la habitación, encontré a mi abuela masturbando al perro mientras veía las noticias, o al menos eso pensé al verlo... después fijar mi atenta mirada en ella y en lo que hacía durante 10 segundos con una cara pálida, recordé que había ido a darle el móvil:

- Abuela, toma, te llaman - casi tartamudeando cediéndole el móvil, le dije.
- Gracias, hijo. - respondió.

Me mantuve quieto durante toda la conversación observando que mi abuela hablaba con total normalidad mientras seguía deslizando su mano hacia arriba y hacia abajo sobre el pene del perro... me entraron ganas de vomitar, sin embargo, el perro jadeaba con la lengua fuera, pensé que era lógicamente de placer. Terminó de hablar por el móvil, lo dejó sobre la mesa, me miró y me dijo:

- ¿Por qué me miras con esa cara? Pareces un muerto, hahaha, anda, siéntate en ese sillón cariño y mira las noticias, deberías verlas más a menudo para saber que ocurre en el mundo - decía alternando la voz entre humor al principio y reñida al final.

Efectivamente, en ese momento iba a decirle que hacía con el perro, pero después de estar unos segundos pensando fui incapaz, me acobardé y me senté... Aunque estaba seguro de que mi abuela masturbaba al perro, por un momento dudé y me dije a mi mismo... ¿y si realmente no lo está masturbando y es otra cosa que desconozco? En ese momento mis dudas quedaron disipadas ante lo que dijo mi abuela:

- Ay... que hombre tan apuesto, a ver si cuando seas mayor llegas a un cargo tan importante como ser presentador - decía mientras aceleraba mucho más la mano y veía la televisión con Matías Pratts en pantalla.

Como dije antes, eran poco más de las 9 y daban las noticias en Antena 3, el hecho de que mi abuela acelerará la mano y el perro jadease mucho más hasta el límite de aullar me volvió a revolver las tripas, encima, me percaté de que justo al lado de su sillón había un cubo... después de deducir su uso casi al instante y darme cuenta de su locura, decidí preguntarle...:

- Abuela... ¿qué le estás haciendo al perro?
- Ordeñarlo hijo, ¿es que no lo ves? con lo listo que tú eres a veces pareces tonto.
- ¿Y lo haces normalmente?
- ¡Claro! una o dos veces por semana.

Yo nunca lo había visto antes porque mi abuela no vive con nosotros y esta vez es que ha decidido pasar unos días con nosotros. Con el perro lleva menos de dos años, vamos, desde que se lo regalamos, a parte, mi abuela tiene 88 años, y aunque no creo que sea razón para tal acto, quizá influya su mentalidad al realizarlo.

Bueno, después de esa respuesta, le dije que me iba a pedirle a mi madre la cena, así que me levanté y crucé el pasillo con el siguiente dilema: ¿se lo digo a mi madre o no? si se lo digo y se lo toma como una locura (que lo es) quizá encierren a mi abuela en un geriátrico o la lleven a un loquero... pero yo quiero mucho a mi abuela y no estoy dispuesto a dejar que se la lleven... si no se lo digo seguirá haciéndole cosas al perro... aunque si al perro le gusta y nadie lo sabe, quizá no sea tan malo (pensé por un momento), de todas maneras mi madre se acabará por dar cuenta y reaccionará como tenga que reaccionar, pero... ¿y si mi madre lo sabe y lo apoya?, ¿qué clase de locura sería esta?
Tengo lío mental del copón y ahora he decidido pedir ayuda... no puedo más y no sé qué hacer, necesito consejo.
¿Se lo digo a mi madre o a alguien?, ¿lo dejo pasar considerando que son cosas de ancianos seniles?, ¿llamó directamente a la policía o a quién se encargue de esto? o, lo más lógico aunque me siento incapaz, ¿hablo con mi abuela y la intento convencer de que está en un error?, o en el peor de los casos, ¿me uno a ella y masturbamos juntos al perro?

P.D: Me gustaría destacar una cosa, es irrelevante respecto a la historia, pero quizá sea un detalle a considerar, es decir, en el salón también estaba mi abuelo sentado, y aunque el hombre ya apenas se puede mover y hablar, miraba fijamente con la boca abierta y con los ojos casi cerrados a mi abuela zarandeando la mano, el caso es que yo al salir noté a mi abuelo con un bulto en la entrepierna , es muy típico y desde luego no le di importancia porque a mi bultos me salen muchas veces en esa parte del pantalón, pero ahora barajo la posibilidad de que... ¿y si su vieja tranca estaba excitada?... espero que no, de ser así, apaga y vámonos.

Saludos cordiales.

Que tu abuela te ordeñe a ti y luego se haga un café con leche.

O, como dirían los sabios de meri, no dejes que tu abuela te haga un Cola cao nunca nunca más.

sencillamente...genial....a ver cuando uno mio!

Hola, os escribo esto porque necesito ayuda desesperadamente.

Puedo deciros que tengo dieciséis años y que actualmente curso cuarto curso de ESO en un centro privado católico exclusivo para chicas. Prefiero preservar el anonimato y no dar nombres; espero que lo comprendáis.

Llevo desde los cuatro años en este centro, exclusivo para chicas y que, a diferencia de otros, no permite el regreso de las alumnas con sus familias al llegar el fin de semana, salvo en fiestas y vacaciones.

Como comprenderéis, siempre me ha costado mucho relacionarme con chicos y darme cuenta de mis dotes naturales o, como algunos dirían, mis “armas de mujer”. Pues bien, el verano pasado conocí a un chico en la playa con el que terminé teniendo relaciones sexuales. A la hora de volver al colegio, además de echarle de menos emocionalmente, comencé a sentir necesidades cada vez más intensas que consideraba propias exclusivamente de los chicos; me pasaba el día pensando en el sexo, malinterpretando comentarios, imaginando toda clase de escenas, etc

Un día, al levantarme, fui a la ducha y sentí unas enormes ganas de poner la alcachofa al máximo y comencé a masturbarme. Desde entonces, probé distintos métodos; la alcachofa de la ducha, los dedos, un plátano y, finalmente, las salchichas.

Me gustaron tanto que acabé escapándome de clase para poder masturbarme con una en el cuarto de baño. Mis notas se resintieron, así que acostumbraba a llevar la salchicha directamente dentro de la vagina para evitar distracciones.

Un día, haciendo gimnasia en el patio, tropecé con un balón y sentí como algo se deslizaba rápidamente hacia el interior de mi cuerpo. Pedí permiso a la profesora de gimnasia para ir al lavabo y, desde allí, intentar ser consciente de la posición del fálico objeto en mi interior. Una vez en el baño, observé que la puntita que siempre dejaba asomando no estaba, así que decidí aventurar mis dedos en busca del foráneo trozo de carne dentro de mi vagina, pero no pude evitar excitarme y un gemido escapó de mi garganta, con tan mala suerte que la madre superiora, directora del colegio, se encontraba rondando por los pasillos a esa hora. Entró rauda al servicio y yo hice el intento de subirme al wc para que no viese mis piernas por debajo de la puerta ni se percatase de mi presencia.

Pero sólo pude subir una pierna cuando mis dedos por fin encontraron la salchicha perdida y estiraron de ella justo en el momento en que la madre abría la puerta del servicio en el que me encontraba, así que la salchicha se partió por la mitad; quedando un trozo recubierto de fluidos en mi mano y el otro dentro de mi vagina.

Después de explicárselo y con la cara aún pálida, me obligó a montarme en el coche y me llevó al hospital local para que un ginecólogo sacase el trozo que aún quedaba dentro. Cual fue mi sorpresa al ver la enorme sonrisa del doctor cuando me tumbé en la camilla.

Me dijo que me abriese de piernas y comenzó a hacer comentarios sobre vaginas checas y algo sobre mis enormes pechos. De pronto, se detuvo, sacó el trozo de salchicha repodrido de mi interior, me metió un dedo en la vagina y se comió la salchicha delante de mí. Sacó el pene a través de la bragueta y comenzó a masturbarse. En ese momento me obligó a practicarle una felación que acabó con otro objeto fálico en mi vagina, pero que, en este caso, no era una salchicha.

Después de que mi profesora me hubiese pillado en esa situación, no me atreví a decirle nada. Pero la verdad, no se qué puedo hacer, si decírselo a mis padres o ir a denunciar yo sola. Creo que se puede considerar como violación, aunque claro, no se si al no decirle nada consentí el acto. También temo estar embarazada, porque él no usó ningún anticonceptivo. Gracias.

buenísimo, excelente, bravo!

Esto realmente sucediò en un vuelo de la compañia British Airways, entre Johanesburgo y Londres.

Una señora blanca, de cerca de 50 años, se sienta junto a un negro. Visiblemente molesta llama a la azafata.

La azafata: '¿cual es su problema señora?'

La señora: 'pero, es que no lo ve? me han puesto al lado de un negro!!, y no soporto estar junto a uno de estos seres tan desagradables, así me ubíquenme en otro lugar, por favor'

La azafata: 'cálmese, casi todo los puestos de este vuelo están ocupados, pero iré a ver si hay algun asiento libre'

La azafata se aleja y retorna luego de algunos minutos: 'señora, tal y como pensaba, no hay ningún puesto libre en clase económica. He hablado con el comandante que me ha confirmado que no hay tampoco puestos libres en la clase ejecutiva, pero todavìa tenemos un puesto libre en primera clase'

Y antes que la señora pudiera hacer el más mínimo comentario, la azafata continuó: 'es completamente inusual en nuestra compañía permitir a un pasajero de clase económica sentarse en primera clase!!!, pero visto la circunstancia el comandante piensa que sería escandaloso obligar a alguien a sentarse al lado de una persona así de repugnante...'

La azafata se da vuelta hacia el negro y le dice: 'así que, señor, si lo desea, tome su equipaje de mano, que lo espera un asiento en primera clase...'

Todos los pasajeros que shockeados asistían a la escena, se levantaron y comenzaron a aplaudir.
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Queridos hermanos blancos

cuando nací, era negro
cuando crecí, era negro
cuando voy al sol, soy negro
cuando tengo miedo, soy negro
cuando estoy enfermo, soy negro
cuando muera, seré negro

mientras tú, hombre blanco

cuando naciste, eras rosado
cuando creciste, eras blanco
cuando tomas al sol, te pones rojo

cuando hace frío, te pones azul
cuando tienes miedo, te pones verde
cuando estás enfermo, te pones amarillo
cuando mueras, serás gris

y después de todo esto, eres tan cara dura de llamarme hombre de color???